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Un 'kamikaze' espacial en busca de agua en la Luna

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  • Una misión estadounidense impacta hoy en un cráter del polo sur de la Luna
  • El impacto de cohete Centauro será cinco veces mayor que el de un balazo
  • El satélite LCROSS recogerá datos de la composición de la nube que se levante

A partir de esta tarde, los astrónomos podrán ver dos agujeros más en la Luna fruto del bombazo con el que la NASA quiere confirmar la presencia de agua helada en el satélite terrestre. Se trata de la misión LCROSS (Satélite de Observación del Cráter Lunar), en marcha desde hace casi tres meses.

En órbita desde el 18 de junio, el satélite LCROSS fue lanzado en un cohete Atlas y ha estado esperando el momento adecuado para soltar otro cohete que lleva a bordo, bautizado Centauro, sobre un profundo cráter del polo sur de la Luna, el Caebus. Hoy, a las 13.30 hora peninsular, sus 2.300 kilos impactarán en ese lugar generando una gran nube de partículas de unos 10 kilómetros de altura sobre la superficie. Miles de astrónomos de todo el mundo esperan poder ver la explosión a través de los telescopios terrestres.

Cuatro minutos más tarde, el satélite volará por encima de ese penacho de restos volátiles y, gracias a los sofisticados nueve instrumentos que componen su carga, recogerá y transmitirá los datos sobre sus componentes al Centro de Control en la Tierra. A continuación, el LCROSS también se estrellará sobre la Luna, levantando una segunda nube que ya no podrá ser analizada.

Para maximizar la generación de la nube, los ingenieros han estimado que el impacto debería ser a 2,5 kms/sg, cinco veces más rápido que el impacto de la bala de un revólver Magnum.

Objetivos de la misión

Los objetivos de la misión, según los astrofísicos, justifica el impacto lunar: después de que las misiones Apolo señalaran que se trataba de un satélite totalmente seco, nuevas investigaciones han revelado que fue una conclusión precipitada.

Ya a finales de los años 90, los investigadores detectaron moléculas de hidrógeno en los cráteres lunares a los que nunca da el Sol. Pero la evidencia más clara de la existencia de agua se ha dado a conocer recientemente, gracias a la información proporcionada por una sonda india y otras dos de la NASA.

Según las estimaciones, publicadas hace unas semanas en la revista Science, hay hasta un litro de agua por cada metro cúbico de suelo lunar, un elemento que habría llegado hasta allí (como a la Tierra) con los meteoros que han impactado en su superficie en los últimos 2.000 millones de años.

Pero con este ataque a la Luna, no sólo se trata de confirmar su presencia, sino también de determinar la cantidad en la que se encuentra, un factor determinante a tener en cuenta para futuras visitas de astronautas o incluso una hipotética colonización del satélite. También se quiere averiguar la composición de la capa rocosa que los cráteres que siempre están en sombra, además de agua helada.

Para recoger todos los detalles, el LCROSS lleva a bordo espectrómetros (visibles y de infrarrojo), cámaras y radiómetros que fueron seleccionados por los científicos de la NASA para captar las partículas que se levanten hasta el borde del cráter y se expongan a la luz solar. Los espectrómetros analizarán sus componentes y las cámaras determinarán la cantidad y distribución del agua en la nube.

Astrónomos españoles ayer ya se preparaban para observar la explosión, que aquí será de día. Todos los aficionados a la Astronomía pueden seguirla en la página web de la NASA en directo.

Fuente: El Mundo

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