La nave espacial Voyager 1 de la NASA se ha adentrado finalmente en una nueva región entre nuestro sistema solar y el espacio interestelar. Los datos obtenidos de la Voyager en el último año revelan esta nueva región como una especie de “purgatorio cósmico”, según definición empleada por el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la agencia espacial estadounidense.
En esa zona, el viento de partÃculas cargadas que fluye desde nuestro sol se ha calmado, el campo magnético de nuestro sistema solar se acumula, y las partÃculas de alta energÃa del interior de nuestro sistema solar parecen escapar hacia el espacio interestelar.
“Voyager nos dice ahora que estamos en una región de estancamiento en la capa más externa de la burbuja alrededor de nuestro sistema solar”, dijo Ed Stone, cientÃfico del proyecto Voyager en el Instituto de TecnologÃa de California en Pasadena. “Voyager está mostrando que lo que hay fuera le está empujando hacia atrás. No deberÃamos tener que esperar mucho para saber lo que en realidad es el espacio entre las estrellas”.
A pesar de que Voyager 1 está a unos 18.000 millones de kilómetros del Sol, todavÃa no está en el espacio interestelar. En los últimos datos, la dirección de las lÃneas del campo magnético no han cambiado, lo que indica que Voyager todavÃa está dentro de la heliosfera, la burbuja de partÃculas cargadas que genera el sol alrededor de sà mismo. Los datos no revelan exactamente cuándo traspasará el borde de la atmósfera solar hacia el espacio interestelar, pero esto puede producirse de unos pocos meses hasta unos pocos años.
Los últimos hallazgos, presentados este lunes en la reunión de la Unión GeofÃsica Americana en San Francisco, provienen de los instrumentos de partÃculas cargadas de baja energÃa, el subsistema de rayos cósmicos y el magnetómetro.
SURCANDO LAS AGUAS CELESTES
Los cientÃficos ya habÃan dado cuenta de que la velocidad hacia el exterior del viento solar disminuyó a cero en abril de 2010, marcando el inicio de la nueva región. Directores de la misión de la nave la rotaron varias veces esta primavera y verano para ayudar a los cientÃficos a discernir si el viento solar soplaba con fuerza en otra dirección. No era asi. Voyager 1 está surcando las “aguas celestes”, en una región similar al mar en calma de la Tierra, donde hay muy poco viento.
Durante el año pasado, el magnetómetro de la Voyager también detectó una duplicación de la intensidad del campo magnético en la región de estancamiento. Al igual que los automóviles se acumulan en la salida de una autopista, el aumento de la intensidad del campo magnético muestra que la presión hacia el interior del espacio interestelar está compactándolo.
Voyager ha estado midiendo las partÃculas energéticas que proceden de dentro y fuera de nuestro sistema solar. Hasta mediados de 2010, la intensidad de partÃculas que se originan desde el interior de nuestro sistema solar habÃa sido estable. Sin embargo, durante el último año, la intensidad de estas partÃculas de alta energÃa se ha reducido, como si se produjera una fuga hacia el espacio interestelar. Las partÃculas son ahora la mitad de abundantes que en los últimos cinco años.
Al mismo tiempo, Voyager ha detectado un aumento de 100 veces en la intensidad de electrones de alta energÃa de otras partes de la galaxia que pasan de fuera a dentro de nuestro sistema solar, que es otra indicación de que la frontera se aproxima.
EL VIENTO SOPLA HACIA NOSOTROS
“Hemos estado usando el flujo de partÃculas energéticas cargadas en la Voyager 1 como una especie de manga de viento para estimar la velocidad del viento solar”, dijo Rob Decker, investigador en el laboratorio de FÃsica Aplicada de la Universidad Johns Hopkins.
“Hemos encontrado que la velocidad del viento es baja en esta región. Por primera vez, el viento sopla hacia nosotros. Estamos, evidentemente, viajando en un territorio nuevo completamente. Los cientÃficos habÃan sugerido que podÃa haber una capa de estancamiento, pero no estábamos seguros de que existÃa hasta ahora”, agregó.
Lanzados en 1977, Voyager 1 y 2 se encuentran en buen estado de salud. Voyager 2 están a 15.000 millones de kilómetros de distancia del sol.
Fuente: Europa Press