El anuncio de la NASA hace un par de dÃas levanto muchas expectativas sobre que habÃan descubierto y desde luego no eran para menos ya que a partir de hoy va a cambiar el modo de entender y estudiar la vida en la Tierra.
Los investigadores han realizado diversas pruebas en el ambiente hostil del Lago Mono en California y han descubierto el primer microorganismo en la Tierra que es capaz de prosperar y reproducirse usando el arsénico, un elemento toxico. Este microorganismo sustituye el fosforo por el arsénico en sus componentes celulares.
“La definición de lo que es la vida acaba de expandirse”, dijo Ed Weiler, el administrador asociado de la NASA para el Directorio de Misiones CientÃficas (Science Mission Directorate), en el cuartes general de la NASA en Washington. “Mientras que centramos nuestros esfuerzos en buscar signos de vida en otros lugares del sistema solar, tenemos que pensar de una forma más amplia y diversa y considerar la vida de un modo que no conozcamos”.
Este hallazgo de una composición bioquÃmica alternativa va a modificar los libros de texto de biologÃa y ampliar el alcance de la búsqueda de vida fuera de la Tierra. La investigación se publica en la edición de esta semana de Science Express.
Carbono, hidrogeno, nitrógeno, oxigeno, fosforo y azufre son los seis ladrillos básicos para todas las formas de vida conocidas en la Tierra. El fosforo es parte central de la quÃmica del ADN y el ARN, las estructuras que contienen las instrucciones genéticas de la vida y que son esenciales para todas las células vivas.
El fosforo es el componente principal del transporte energético de la célula (adenosina trifosfato) y también de los fosfolÃpidos que forman las membranas celulares. El arsénico, el cual es quÃmicamente similar al fosforo, es venenoso para la mayorÃa de seres vivos de la Tierra. El arsénico altera las vÃas metabólicas  debido a su similiritud quÃmica con el fosfato.
“Sabemos que algunos microbios pueden respirar arsénico, pero lo que hemos hallado en este microbio es algo nuevo ya que partes de su cuerpo están formadas de arsénico”, dijo Felisa Wolfe-Simon, astrobióloga de la NASA y lÃder del equipo investigador. “Si algo aquà en la Tierra puede hacer algo tan inesperado, ¿de qué puede ser capaz de hacer la vida en sitios que aun no hemos visto?”.
“Este nuevo microbio descubierto, denominado GFAJ-1, es miembro de un grupo común de bacterias, las Gammaproteobacteria. En el laboratorio, los investigadores consiguieron cultivar con éxito microbios del lago con una dieta abundante en fosforo, pero incluyendo también una generosa cantidad de arsénico. Cuando los investigadores eliminaron el fosforo y lo reemplazaron por arsénico, las bacterias continuaron reproduciéndose. Análisis posteriores indicaron que el arsénico era usado para producir partes de la célula de la bacteria GFAJ-1.
La cuestión clave de los investigadores fue que cuando el microbio maduraba en arsénico, este se incorporaba en la maquinaria bioquÃmica del organismo. Una gran variedad de técnicas de laboratorio se usaron para determinar donde se incorporó el arsénico.
El equipo investigador eligió el Lago Mono debido a su inusual quÃmica, principalmente su alta salinidad, alcalinidad y niveles de arsénico. Esta quÃmica es en parte resultado del aislamiento del lago de fuentes de agua dulce desde hace 50 años.
Los resultados de este estudio ayudaran a las investigaciones actuales en curso de muchas áreas como el estudio de la evolución de la vida en la Tierra, bioquÃmica, ciclos bioquÃmicos, medicina y la investigación del sistema terrestre. Estos hallazgos también abrirán nuevas fronteras en microbiologÃa y otras áreas de investigación.
“La idea de una bioquÃmica alternativa para la vida es algo normal en la ciencia ficción”, dijo Carl Pilcher, director del Instituto de AstrobiologÃa de la NASA en el Centro de Investigación Ames en California. “Hasta ahora, el que una forma de vida usase arsénico era solo algo teórico, pero ahora hemos demostrado que tal forma de vida existe en la Lago Mono”.
En el equipo de investigación también formaron parte cientÃficos del  U.S. Geological Survey, Arizona State University en Tempe; Lawrence Livermore National Laboratory en Livermore, California; Duquesne University en Pittsburgh, Pennsylvania y del Stanford Synchroton Radiation Lightsource en Menlo Park, California.
Para más información: