Chile y España mantienen una pugna por alojar en su territorio un supertelescopio llamado a ser el más grande del mundo. Se trata del Telescopio Europeo Extremadamente Grande (E-ELT), cinco veces mayor que cualquier otro observatorio conocido. Ayer, Chile sacó la cabeza aportando detalles de su candidatura, un documento que España aún no tiene listo y que podrÃa tardar dos meses.
Albergar el E-ELT es objeto de deseo para cientÃficos y polÃticos de ambos paÃses. No sólo tendrá una potencia inusitada para explorar el cosmos y buscar vida en otros planetas. También atraerá cientos de empleos y millones de euros a la zona. Serán los 14 paÃses que forman el Observatorio Europeo Austral (ESO)incluida España los que decidan la situación final.
Chile ofreció ayer una ubicación y presentará su candidatura oficial en unos dÃas. El ESO determinará el emplazamiento final en marzo, según informó a Efe Massimo Tarenghi, representante de ESO en Chile.
La candidatura española, que pretende ubicar el telescopio en la isla de La Palma (Canarias), permanece estancada por desencuentros entre el Ministerio de Ciencia e Innovación y el Gobierno autonómico. Paulino Rivero, el presidente de Canarias, alertó ayer de que el tiempo para la candidatura se está agotando y expresó sus dudas respecto a que España tuviera realmente intención de presentarla, informa Efe. Mientras, fuentes del Ministerio explican que esperan “un compromiso económico” por parte del Ejecutivo autonómico para dar salida a la candidatura. El proceso podrÃa llevar hasta dos meses, añade el ministerio.
Empate técnico
Aunque España y Chile están muy igualados en términos cientÃficos y técnicos, el paÃs andino cuenta con cielos más despejados y alberga ya tres telescopios del ESO. Ayer, responsables del Gobierno chileno llevaron a miembros del ESO a conocer los terrenos que cederán para el nuevo ingenio y se han comprometido a limitar la minerÃa para evitar la calima. En su contra juegan los frecuentes movimientos sÃsmicos en el paÃs, que podrÃan inhabilitar el enorme espejo de 42 metros de diámetro. La gran baza de España será su aportación económica, aún por determinar. Al ESO le faltan al menos 300 millones de euros para el proyecto. Toda propuesta que cubra esos gastos será más que bienvenida.
“Es una decisión polÃtica y económica, no cientÃfica”, afirman fuentes del Instituto de AstrofÃsica de Canarias (IAC). Ciencia encargó en 2008 al IAC un informe sobre lo que supondrÃa la instalación del E-ELT en La Palma. Enviado al departamento hace seis meses, el trabajo señalaba que el telescopio pondrÃa a España a la cabeza de la observación espacial, aportarÃa al PIB unos 1.100 millones de euros en 30 años y traerÃa a La Palma el doble de los 180 empleos que ya genera el Observatorio del Roque de los Muchachos.
Fuente: Publico