Según los cientÃficos sÃ.
Los volcanes nos muestran la increÃble fuerza de la naturaleza como en pocas situaciones lo hace. A principios de año las cenizas de un volcán de Islandia desorganizo el tráfico aéreo en buena parte de Europa. Sin embargo esta erupción no es nada en comparación con las que ocurre en la luna de Júpiter Io, el cuerpo volcánico con más actividad del sistema solar.
Ahora que los astrónomos están encontrando planetas rocosos en estrellas lejanas, se están haciendo otra pregunta: ¿En alguno de estos planetas hay volcanes? Y si es asÃ, ¿podemos detectarlos?
El trabajo de los fÃsicos teóricos del Centro de AstrofÃsica Hardvard-Smithsonian sugiere que la respuesta a la última pregunta es un “si”.

“Se necesitarÃa algo que realmente sacuda la tierra, una erupción que expulse un montón de gases a la atmosfera”, dijo a la astrónoma del Smithsonian Lisa Kaltenegger. “Usando el telescopio James Webb Space Telescope, podemos localizar una erupción entre 10 y 100 veces del tamaño del Pinatubo en las estrellas más cercanas”, añadió.
Los astrónomos estas aun a varias décadas de poder lograr una imagen de la superficie de un exoplaneta. Sin embargo, en unos pocos casos han sido capaces de detectar la atmosfera de algunos exoplanetas gigantes gaseosos o también conocidos como “Hot Jupiters”. Una erupción despide columnas de humo con varios gases, por lo tanto la actividad volcánica de un planeta rocoso podrÃa dejar una firma en la atmosfera que nos cuente algo de él.
Para examinar que gases volcánicos podrÃan ser detectados, Kaltenegger y sus colegas de Harvard, Wade Henning y Dimitar Sasselov, han desarrollado un modelo para erupciones en exoplanetas similares a la Tierra basados la situación actual de nuestro planeta. Han encontrado dióxido de azufre en grandes cantidades, siendo las erupciones explosivas mas fáciles de medir debido a la gran cantidad de gas que desprenden de golpe y a lo despacio que se disipa el gas del aire.
“Nuestra primera ojeada a volcanes de exoplanetas podrÃa resultar ser bastante completa” dijo Kaltenegger. “Ver una erupción volcánica podrÃa mostrarnos similitudes y diferencias entre los planetas rocosos”.
La erupción en 1991 del Pinatubo en las Islas Filipinas escupió 17 millones de toneladas de dióxido de azufre a la estratosfera (entre 9 y 40 kilómetros sobre la superficie). La erupción más grande registrada en la historia se produjo en 1815 en Tambora siendo unas 10 veces más potente.
Estas erupciones tan grandes son poco frecuentes, por lo que los astrónomos tendrÃan que monitorizas muchos planetas como la Tierra durante varios años hasta poder ver en acción una de ellas. Sin embargo, si estos planetas son más volcánicos, el éxito podrÃa aparecer antes.
“Una erupción como la de Tambora no ocurre a menudo aquÃ, pero podrÃa ser mas común en planetas mas jóvenes o en otros con una actividad mayor como ocurre en Io”, dijo Henning. “Una vez
Detectada una erupción, se puede seguir observando para ver las siguientes y ver con qué frecuencia suceden”.
El ver dióxido de azufre volcánico depende, según los astrónomos, de una técnica conocida como eclipse secundario, la cual necesita que el exoplaneta cruce por detrás de su estrella desde la perspectiva terrestre. Recolectando la luz de la estrella y del planeta, para luego “restar” la luz del planeta (mientras el planeta este oculto), les queda a los astrónomos la señal emitida por el planeta únicamente. Ellos pueden buscar en esa señal signos de determinados compuestos quÃmicos.
Debido a su proximidad, una hipotética Tierra o súper-Tierra orbitando en torno a alpha Centauri podrÃa ofrecernos la mejor situación para una estrella similar al Sol. Una súper-Tierra orbitando una pequeña estrella cercana a nuestro Sol podrÃa ofrecernos la mejor señal.
Fuente: Eurekalert