1786. Los grandes telescopios de William Herschel
- Con motivo del Año Internacional de la AstronomÃa, Rafael Bachiller, director del Observatorio Astronómico Nacional, nos invita a un recorrido por los hitos cruciales de estos cuatro siglos de historia del telescopio
Estimulado por el descubrimiento de Urano y por su recién ganada fama como astrónomo, a partir de 1781 Herschel se lanzó a construir telescopios reflectores progresivamente mayores. Al primer espejo que fundió, que tenÃa 15 cm de diámetro, le sucedieron otros de 22,5 cm, de 48 cm, de 60 cm, para culminar en un telescopio verdaderamente gigante para la época: un espejo de 1,22 m con un tubo de 12 m de longitud. Y cada vez que Herschel empleaba un telescopio mayor para sus observaciones, realizaba nuevos y espectaculares descubrimientos. Los telescopios de Herschel, los primeros grandes telescopios de la Historia, ilustran de qué manera la historia de la AstronomÃa está Ãntimamente ligada al desarrollo tecnológico del telescopio.
Astrónomo a tiempo completo
Tras el descubrimiento de Urano, el rey de Inglaterra, Jorge III, comprendió que un cientÃfico tan perseverante como Herschel podrÃa dar gran prestigio al paÃs. Además de la pensión vitalicia de 300 guineas que permitió a Herschel abandonar su carrera de músico, el rey proporcionó a Herschel una residencia con jardÃn en Slough, cerca del castillo de Windsor. Ese jardÃn, en el que Herschel instalarÃa sus telescopios, es sin duda uno de los lugares donde se han realizado más descubrimientos en AstronomÃa.
Caroline Herschel
Además de con su hermano Alexander, con gran talento para la mecánica, William Herschel contaba con una excelente colaboradora: su hermana Caroline. Esta última dedicó su vida a contribuir a la carrera espectacular de William pues estuvo ayudándole durante medio siglo hasta que éste murió en 1822. Abnegada y meticulosa asistente en las observaciones, ordenaba y clasificaba datos, realizaba cálculos, etc. Por sà misma descubrió, en el poco tiempo que tenÃa libre, ocho cometas, para lo que utilizaba un buscador de cometas que le construyó su hermano. Fue condecorada con la medalla de oro de la Royal Astronomical Society en 1798.
Telescopios progresivamente mayores
Herschel continuó su actividad observando en las noches claras y fundiendo y puliendo espejos en los dÃas nublados. El espejo inicial de 15 cm, utilizado para el descubrimiento de Urano, fue pronto sustituido por otro de 22,5 cm de diámetro que fue instalado en un tubo de 3 m de longitud. Después fue capaz de fabricar un espejo de 48 cm que fue alojado en un tubo de 6 m. Naturalmente, según los telescopios eran mayores, mejor era la nitidez (el “poder de resolución”) con la que Herschel observaba los astros.
En 1786 Herschel decidió construir un telescopio con un espejo de 1,22 m (40 pies) de diámetro que debÃa ir instalado en un tubo de unos 12 m de largo. Jorge III se entusiasmó con el proyecto y contribuyó a su financiación de manera generosa. En la construcción de este telescopio trabajaron unos cuarenta obreros y para el pulido del espejo Herschel ideó un sistema mecánico. En el jardÃn de la mansión de Herschel en Slough, el espejo fue colocado en su tubo en 1789, y el tubo apuntando al cielo entre dos escalas parecÃa un enorme cañón. Se trataba de un telescopio verdaderamente gigante para su época.
Un telescopio de Herschel en Madrid
Hacia 1795, Herschel fabricó un telescopio para el recién creado Observatorio de Madrid. Con un espejo de 60 cm de diámetro y una longitud focal de unos 7,5 metros, este telescopio, que llegó a Madrid en 1802, era más mucho más manejable que el de 1,22 metros pero significativamente más potente que el de 48 cm que utilizó Herschel para realizar casi todos sus descubrimientos. No cabe duda, pues, de que el de Madrid fue uno de los mejores telescopios de los que construyó Herschel. Desgraciadamente, el telescopio apenas pudo ser utilizado para la observación astronómica pues fue destruido por las tropas napoleónicas que, en 1808, se instalaron en el emplazamiento del Observatorio, un cerro de claro interés estratégico durante la ocupación de la capital.
Laboriosas observaciones
Al construir sus grandes telescopios, Herschel abandonó el modelo newtoniano y decidió inclinar el espejo primario de manera que la imagen no se formase en el eje del tubo, sino en un punto del borde delantero. En estos “reflectores herschelianos”, el observador se situaba en un balcón delante del tubo y se inclinaba con el ocular en la mano buscando el punto focal. Esta configuración tenÃa la ventaja de no necesitar espejo secundario (lo que significa menos trabajo de pulido), pero hacÃa que la observación requiriese de una gran habilidad, de un auténtico “arte de mirar”, como decÃa Herschel.
Naturalmente los telescopios de Herschel de montura altacimutal no tenÃan método para compensar el movimiento de la Tierra. Con el telescopio apuntando a un punto (generalmente en el meridiano), Herschel, subido en el balcón, miraba con el ocular como desfilaba el cielo por delante de su campo de visión. William describÃa lo que veÃa, en esa estrecha franja Este-Oeste, a Caroline que permanecÃa sentada al pie de la escala realizando anotaciones. La siguiente noche despejada observaban otra franja situando el tubo con una elevación ligeramente diferente. Y, de esta manera, los Herschel fueron explorando todo el cielo visible desde Inglaterra.
Curiosidades…
* Existe una fotografÃa histórica del mayor telescopio de Herschel, el de espejo de 1,22 m y tubo de 12 m que estuvo instalado en Slough. La fotografÃa la realizó en septiembre de 1839, John Herschel, el hijo de William, que además de ser un gran astrónomo fue un auténtico pionero de la fotografÃa. En esa imagen la estructura del telescopio aparece en mal estado y el tubo depositado en el suelo. El telescopio fue completamente desmantelado durante el invierno de 1839-1840.
* La habilidad artesanal de Herschel dejaba perplejos a los obreros que trabajan con él en la construcción de los grandes telescopios. Cuando los carpinteros, viéndole trabajar de manera experta tanto en el torno como en la forja, le preguntaban qué formación habÃa recibido en su juventud, Herschel respondÃa rotundo: “el violÃn”.
* Observar con los grandes telescopios de Herschel era muy difÃcil y el astrónomo insistÃa en que se requerÃa, ocular en mano, practicar durante mucho tiempo. “No se le exige a nadie que toque una fuga de Haendel sin haber practicado antes“, decÃa Herschel.
* Caroline Lucretia Herschel fue una mujer excepcional. Vivió 98 años y dejó un diario muy detallado. En este diario explica como no siendo ni rica ni demasiado agraciada (a causa de haber padecido la viruela) no tenÃa posibilidad de acceder a un matrimonio satisfactorio y estaba destinada a ser la criada de su familia en Hannover. No es de extrañar que aceptase gustosa la invitación que, en 1772, le hizo su hermano William (12 años mayor que ella) para que viniese a trabajar con él en Inglaterra.
Fuente: El Mundo