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Podría financiarse una misión a Marte con fondos privados?

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¿Cuanto tardaremos los humanos en llegar a Marte? La mejor respuesta es probablemente el dinero. La correcta cantidad del frio, duro y vil metal resolvería un montón de problemas y eliminaría los obstáculos para enviar una misión tripulada al Planeta Rojo. Pero los problemas presupuestarios de las diferentes agencias espaciales no permiten dar fechas concretas de cuando se hará una misión a otro mundo (al menos a corto plazo) y al parecer, un viaje a Marte siempre está a 20-30 años en el futuro. ¿Pero que pasaría si la empresa y la iniciativa privada lo subvenciona?

Ilustación artistica de una misión tripulada a Marte. NASA

En un primer vistazo, un artículo publicado recientemente en la dudosa publicación Journal of Cosmology, parece tener algunas ventajas el que una corporación independiente administre y supervise una campaña de marketing similar a la de los equipos deportivos para vender merchandise, tener más patrocinadores, mas cobertura en medios…

El autor del artículo, un psicólogo llamado Rhawn Joseph, dice que ir a Marte y establecer una colonia, podría costar en torno a 150 mil millones de dólares en 10 años y ha trazado un plan para obtener el dinero para una misión continuada a Marte a través de la venta de marchandaising, derechos de nomenclatura e incluso la creación de un reality show.

¿Podría este esquema funcionar?

No, según el ingeniero de la NASA Jim McLane, quien ha hecho un planteamiento más justo en su idea de ir a Marte: Una misión de ida y de una sola persona

Durante años, McLane ha estado proponiendo ir a Marte tan rápido como fuera posible y su plan está indicado en este artículo de 2008. Por lo tanto, ¿qué piensa el de la financiación privada?

“Fui un férreo defensor de resolver el problema marciano tan pronto como fuera”, dijo McLane, “por lo tanto habría recibido bien la propuesta del Dr. Joseph de establecer una colonia marciana en 10 años con fondos privados y una buena campaña de marketing. Lamentablemente, después de leer los detalles de su plan, creo que este buen doctor debería seguir con su tratamiento patentado a base de hierbas contra la disfunción eréctil que especular sobre el esfuerzo y la tecnología necesaria para ir a Marte”.

Ilustación artistica de una misión a Marte. NASA

Para empezar, McLane se pregunta sobre el coste de la propuesta de Joseph. “Es cuestionable, dijo. “Uno no puede proponer un coste sin hacer una primera evaluación técnica y eso, él no lo ha hecho. Justifica la gran inversión alegando que habrá un significativo retorno financiero, como por ejemplo que los inversores tuvieran derecho a reclamar la explotación minera del planeta entero. Sin embargo, esta premisa es de dudoso valor cuando no hay forma de enviar nada valioso de Marte a la Tierra”.

A diferencia de la antigua flota española cargada de plata que navegaba todos los años desde el Nuevo Mundo, según McLane, no hay nada en Marte que pudiera valer la pena para cubrir los gastos de transporte desde allí. Además, la venta de bienes raíces ni siquiera es una opción viable. En 1967, el Tratado del Espacio Exterior prohíbe a los diferentes gobiernos hacer reclamaciones extraterrestres y aunque algunos empresarios han intentado vender terrenos en la Luna o en Marte, la propiedad de tierra extraterrestre no está reconocida por ninguna autoridad. De acuerdo a la actual ley espacial, cualquier “escritura” o reclamación en un cuerpo extraterrestre no tiene sustento legal.

A McLane no le impresiono la declaración de Joseph sobre el despilfarro militar de Estados Unidos como justificación para gastar dinero en una misión a Marte. “No es como si un programa pudiera ser sustituido por el otro “, dijo McLane. “Sin embargo, la sustitución no es lo que propone el Dr. Joseph. Él se siente inclinado a especular sobre el despilfarro de las guerras actuales, a pesar de que se trata de un ensayo sobre el espacio”.

Con respecto a las finanzas, McLane está de acuerdo con Joseph sobre que debería haber un lugar para el capital privado, pero no en lo que respecta a una propuesta de capital riesgo.

“El dinero privado podría iniciar una misión tripulada a Marte”, explico McLane, “pero persuadir a milmillonarios para invertir en base a un “posible” retorno financiero, la propuesta está condenada a fracasar. Yo creo los amigos ricos podrían estar dispuestos a ayudar a pagar el poner un hombre en Marte, pero las motivaciones deberían ser filantrópicas y patrióticas, no de ganancias financieras. Varios ciudadanos ricos podrían ayudar a poner dinero (unos 500 millones de dólares mas o menos) para financiar un estudio detallado de las posibles opciones de enviar a un hombre en un viaje de ida (un concepto que la NASA se niega a considerar). Tal estudio podría revelar la parte técnica práctica para esta misión y lo relativamente barato que sería hacerla. El estudio podría demostrar que una presencia humana en Marte podría costar un poco más que una base lunar asumiendo el mismo tiempo de 10 años para lograr completar ambos programas”.

Dr. Joseph concluye su artículo afirmando que varios países extranjeros (no estadounidenses), “están planeando o incluso poniendo en marcha planes para ir a Marte en 20 años”. McLane dijo que esto es altamente improbable desde que los fondos para gastar por estas naciones en un viaje tripulado, son solo una pequeña fracción de lo que gasta EE.UU.

Mientras Joseph, y al parecer el actual presidente y los líderes de la NASA están a favor de un esfuerzo internacional de ir a Marte, McLane cree que esto es tener una visión muy limitada por dos razones.

Una, habría una retorno tecnológico enorme de un aterrizaje en Marte que podría estimular enormemente los negocios y la economía. “¿Por que debería compartir EE.UU estos beneficios con otros países”?, pregunto McLane. Y segundo, un esfuerzo americano daría una potencial ventaja tecnológica a EE.UU a nivel militar.

Ilustación artistica de una misión a Marte. NASA

McLane dijo, sin embargo, que el mundo podría emocionarse y unificarse ante una misión a Marte. “El entusiasmo podría ser el mayor efecto para el programa marciano, por encima de todo, si crea puestos de trabajo, estimula la economía o crea nuevas tecnologías derivadas para la gente. Somos humanos y la idea de enviar a uno de nuestra especie a una excursión así podría ser una magnifica aventura para todo el mundo y ahí estaríamos todos apoyando”.

Fuente: Universe Today

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Interesante el articulo para reflexionar.

El planteamiento de Joseph me parece muy poco reflexivo. Dar tantos poderes a las empresas privadas en este ámbito sería perjudicial y a los hechos me remito. No es ni medianamente normal el negocio de las farmacéuticas con ciertas enfermedades ni el negocio de compañías alimenticias como Monsanto con el hambre que hay aun en el mundo.

Sobre el plan de McLane, parece algo más sensato, pero yo no veo a ningún voluntario para ir en un viaje sin retorno y mucho menos que la NASA lo permita. Pero donde se equivoca y muy gravemente, es en su visión “patriótica” y de la necesidad estratégica de EE.UU de ir a Marte.

Habría que recordarle que ya no estamos en los tiempos de la Guerra Fría y que si todos arriman el hombro lo mismo se liman asperezas y desaparecen paranoias. Además la gracia de este tipo de misiones de la las investigaciones que conllevan es que se beneficie la humanidad, no solo EE.UU y si acaso, algunos aliados.

De todas formas más que un problema de dinero, es un problema de mentalidad de la clase política mundial. Después del despilfarro insultante que están suponiendo las guerras de Irak y Afganistán por temas de recursos naturales, si se hubiera invertido eso mismo en investigación, lo mismo las tecnologías que dependen del petróleo podrían empezar a ser cosa del pasado.

Pero para que esto suceda tendrá que haber una segunda Ilustración y Revolución Francesa. ¿Que haya guillotinas? Según se dé el tema.

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